miércoles, 5 de octubre de 2016

Santos Griales ¿Necesarios?








¡Buenos días, soñadores!

Hoy me he levantado con ganas de debatir, no sé, por qué será… ¡Así que vayamos a ello!

Hace un par de días vengo planteándome una cuestión, no me he atrevido hasta ahora, hasta que llegué a una conclusión… Últimamente son numerosos los libros que se publican como Santos Griales, es decir, libros que debemos tener sí o sí en nuestras estanterías, sin importar si al final lo leemos o le damos el uso de servir de pesas, de sujetar cosas o incluso de pisapapeles, entonces ¿realmente lo queríamos leer o es por decir mira que chulo?
 
Nos bombardean con imágenes constantes de esos libros en cuestión, llegando a ser soberanamente pesados, y poniéndonos a los lectores esa historia por las nubes, para luego quizás no cumplir nuestras expectativas. Y es que la publicidad que se encuentra a su alrededor hace de estos más de lo que podríamos imaginar. 

Soy la primera a la que le ha pasado y he comprado libros de esta manera, por suerte, hoy por hoy, me lo pienso dos veces antes de hacerme con ellos, investigo un poco. Pero sí, he caído en las redes de la publicidad. Quizás los ejemplos que ponga a continuación pueden molestar e incluso que me lleguéis a decir, “- Yo no me lo compré por eso, lo hice porque quise.” No nos engañemos, nos sugestionaron, nos metieron en la cabeza la idea de que eran unos libros maravillosos, con una tramas increíbles y con unas ideas estupendas… ¿Y? Que luego no supusieron tanto, dichosa publicidad. 

Aún recuerdo el boom de Crepúsculo, y me estoy remontando a mis años mozos, a la tierna edad de 15 – 16 años. ¿Quién era una fan incondicional de esta saga? ¡Yo, yo! No es hasta hace poco que me di cuenta y pregunté a una amiga, la típica frase de ¿Cómo nos podía gustar? Y sí, nos encantaba, íbamos incluso a los estrenos de las películas, de los libros… todo esta obsesión por esta saga no viene de otro sitio que de la publicidad y el bombardeo de información que nos proporcionaron por todos lados. A día de hoy, mis ilusiones crepusculianas han sido curadas, no veo de igual manera los libros e incluso las películas, es como si no entendiera ya a Bella o a Edward, el crecer es lo que tiene.

Pero tampoco tenemos que irnos muy lejos para volver a revivir lo mismo, en mi caso esta vez esquive el confeti de marketing, pero amigas mías no. Seguramente sabéis de que libros en cuestión os hablo ahora, sí, sí, ese hombre de negocios al que le gusta la vainilla. ¡Menudo marketing recibió! ¿Era para tanto? Creo que no, pero hay gente que lo vivió de distinta manera a la que lo hice yo. Para empezar fue como si jamás se hubieran hechos libros de esta categoría, señores, ya existían no hacía falta que nos lo metieran hasta por los ojos, hay miles de libros con tramas similares, así que eso de novedad, novedad… como que no, pero se puede decir que si fue pionera en abrir los ojos a otro tipo de género literario. 





Aun así volvieron a hacer que necesitáramos esos libros, si no los tenías, no estabas dentro del fenómeno, otros Santo Grial de la literatura. Y estos son solo algunos ejemplos al respecto, pero podría decir: Lo Juegos del Hambre, Divergente, Pídeme lo que quieras…
No quiero decir en ningún caso que no se compren, pero sí que lo hagamos con un poco de cabeza y no porque Fulanito, Menganito o Frutanito lo tenga, nos enseñe lo precioso que es, sino porque realmente su trama nos gusta, nos interesa, buscamos un nuevo género, buscamos del mismo, da igual el caso es que la decisión de hacernos con ellos sea solamente nuestra y no fruto del marketing. 

En mi caso soy muy fan de los Highlanders, y aunque las tramas sean similares y algunas otras iguales, a mí me gustan, me entretienen y las leo y releo porque me apasionan, no por un fenómeno o porque por su publicidad han hecho que llegue a desearlo. Seamos un poco exigentes con lo que compramos, tomemos nuestras propias decisiones y no compremos por comprar, porque hoy en día en la sociedad consumista en la que nos encontramos si no somos capaces de decidir con cabeza compraremos cosas que no necesitamos, que al pasar el tiempo nos arrepintamos de haberlo hecho.

Ante todo y antes de acabar, quiero decir que esto es solamente mi humilde opinión y que estaré encanta de conocer las vuestras al respecto, pues conociendo más de los otros, podemos conocer diferentes visiones.


4 comentarios:

  1. ¡Interesante entrada! Personalmente agradezco mucho poder leer las primeras páginas de una novela. Creo que dan mucha información sobre lo que una va a encontrarse dentro. ¡Besos!

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    1. Muchas gracias. Y estoy totalmente de acuerdo contigo, el poder leer las primeras páginas nos da una idea de que esperarnos. ¡Besos!

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  2. Hola Aileen!

    me ha parecido muy interesante este debate, la verdad que yo también era fan incondicional de Crepúsculo (aunque nunca en la vida superará para mi a Harry Potter), aunque tengo que decir que yo leí hasta eclipse, antes de que saliera la primera película, aunque tampoco soy de las que va a desmerecer estos libros, aunque me siguen gustando personalmente y los releí en su época unas cuantas veces, ahora es verdad que no los veo de la misma manera; lo que yo suelo hacer ahora es leerlos en formato digital y si el libro me apasiona y me ha gustado mucho y sé que los voy a releer (aunque lo suelo hacer con todos), me lo compro en papel si o sí, pero desde luego es un debate que tiene chicha.
    Besos!

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    1. ¡Hola! Obvio, a Harry pocos son los que superan ;). Son muchas las maneras para saber si un libro nos va a gustar o no, y creo que tu método es muy bueno, o como comentaba Norma leer al menos las primeras páginas para comprobar si es lo que buscamos o lo que nos apetece leer y no basar nuestras decisiones en la opinión de otro.
      Besos!

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